viernes, 27 de junio de 2014

En foco: Mario Testino


 
Nacido en Lima pero londinense por elección. Mario Testino, con sus 59 años, ha logrado convertirse en ícono pop. Se lo considera uno de los fotógrafos de moda más influyentes del mundo, que ha colaborado con prestigiosas revistas como Vogue, Harper's Bazaar o Vanity Fair. Su sello indiscutido es captar registros únicos en los retratos de grandes modelos, celebridades y miembros de la Realeza Británica.
Nació en una familia tradicional limeña, donde el camino le deparaba continuar en Londres las carreras de economía, derecho y relaciones internacionales que había iniciado en Lima y Nueva York. Pero en 1976, Mario decidió torcer ese camino y comenzó a estudiar con el fotógrafo de teatro John Vickers, a los 17 años. Eligió su destino que lo llevó a recorrer todos los rincones de la capital británica; vivió en una casa ocupada, fue mozo… "A veces uno no puede controlar lo que es. Perú era muy conservador, yo no; me tuve que ir. El destino está determinado" afirmó en alguna entrevista. Los sucesos respaldan su elección, ya que en 1980 ya vivía de su trabajo en Londres y en diciembre de 1983 su obra ya aparecía en la revista Vogue, gracias al deslumbramiento que provocó en Anna Wintour, editora de la revista, a quien tampoco se privó de capturar con su lente.  Actualmente, su muestra In Your Face –hasta el 16 de junio en el MALBA– combina sus trabajos más emblemáticos para Vogue y Vanity Fair con campañas de marcas internacionales y retratos a personajes del jet set, de forma tal que su obra pone en duda la barrera entre la fotografía comercial y la artística. Alguna vez, el propio Testino explicó "Mi trabajo es comercial porque aparece en una revista, pero el proceso de crear esas imágenes de comercial no tiene nada: la libertad es absoluta, hago lo que quiero". La exhibición reúne sus impactantes retratos de Madonna o Lady Gaga junto al erotismo que exhiben las celebrities como Nicole Kidman, Mick Jagger, Brad Pitt o David Beckham, también dice presente la provocación en el pubis femenino afeitado en forma de G para la campaña de Gucci o en los hombres desnudos que se animaron a su lente; incluso el encanto de las instantáneas robadas a personajes como Kate Moss. Todos teñidos de una complicidad única que se trasmite con la mirada de los fotografiados.

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